miércoles, 24 de octubre de 2007

A modo de Biografía


Nací en Bambamarca un pueblo lleno de encanto y murmullos detrás de los balcones, con sus calles empedradas y empinadas que la eternidad ha trasformado. Un pueblo en donde el tañido de sus campanas es tan puro que donde uno vaya lo llevará siempre consigo, donde el reloj centenario aún da la hora exacta.
La campiña de mi pueblo se impregnó en lo más recóndito de mi retinay su imagen está allí para los precisos momentos, cuando uno necesita recordar.
Un pueblo surcado por dos soberbios ríos: Llaucán y Maygas (hoy heridos de muerte por la contaminación) que van al Marañón.
Heredé de mi madre la afición por la lectura y de padre un porquito de su impecable redacción. De la mano de mi madre aprendí a amar la naturaleza y a dejar volar la imaginación, era una narradora inigualable y aún resuenan en mi memoria sus cuentos e historias. Gracias madre, gracias padre, por la magia que me regalaron.

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